Los cerca de 100 kilómetros navegables del río Guadalquivir promueven la proliferación de superficies industriales a lo largo de la ribera del mismo. Especialmente desde Sevilla, donde además la orografía de la zona ayuda a la creación de diversos proyectos. Desde almacenes, silos y fábricas, hasta puertos deportivos, la oferta de negocio es sumamente alta, propia del monopolio nacional en cuanto a tráfico fluvial se refiere.
El tráfico del Puerto de Sevilla se sitúa en torno a los cuatro millones de toneladas anuales. Destaca de forma especial el tráfico relacionado con el sector agrícola (aceites, cereales, abonos, etc), tanto en graneles líquidos y sólidos como en mercancía general. Sin olvidarnos, por su volúmen e importancia, del tráfico de chatarra y productos siderúrgicos; y de las líneas regulares con las Islas Canarias para contenedores y ro-ro, que convierten al Puerto de Sevilla en pieza clave del comercio marítimo entre el archipiélago canario y la península ibérica. El hinterland del Puerto abarca la zona Occidental de Andalucía, Extremadura y, para algunos productos, el centro de España. Sin embargo, no sólo en Sevilla radica la importancia industrial del río. En su desembocadura, Sanlúcar, concretamente en el puerto de Bonanza, el volúmen de de negocio es considerablemente superior al resto de la zona. Principalmente como vía de transporte de piezas industriales de todo tipo así como de suministros para la hostelería pues no hay que olvidar que el marisco de Sanlúcar de Barrameda es una de las principales fuentes de ingresos de la zona a nivel internacional.
El tráfico del Puerto de Sevilla se sitúa en torno a los cuatro millones de toneladas anuales. Destaca de forma especial el tráfico relacionado con el sector agrícola (aceites, cereales, abonos, etc), tanto en graneles líquidos y sólidos como en mercancía general. Sin olvidarnos, por su volúmen e importancia, del tráfico de chatarra y productos siderúrgicos; y de las líneas regulares con las Islas Canarias para contenedores y ro-ro, que convierten al Puerto de Sevilla en pieza clave del comercio marítimo entre el archipiélago canario y la península ibérica. El hinterland del Puerto abarca la zona Occidental de Andalucía, Extremadura y, para algunos productos, el centro de España. Sin embargo, no sólo en Sevilla radica la importancia industrial del río. En su desembocadura, Sanlúcar, concretamente en el puerto de Bonanza, el volúmen de de negocio es considerablemente superior al resto de la zona. Principalmente como vía de transporte de piezas industriales de todo tipo así como de suministros para la hostelería pues no hay que olvidar que el marisco de Sanlúcar de Barrameda es una de las principales fuentes de ingresos de la zona a nivel internacional.
Por otra parte, y como se ha comentado antes, también proliferan a lo largo de la parte navegable del río los puertos deportivos. Los hay que, además del amarre y cuidado de las embarcaciones privadas de los socios, ofrecen la posibilidad de practicar deportes acuáticos tales como el remo o la piragüa. Tal es la importancia del Guadalquivir que no son pocos los equipos internacionales que se desplazan hasta Andalucía para realizar la pretemporada. Sobre todo cuando se trata de equipos residentes en países con climas más fríos, donde en invierno es harto difícil encontrar aguas propicias para la práctica deportiva.
0 comentarios:
Publicar un comentario